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UN DÍA DE VIAJE A UNA PLAYA SECRETA DE BARCELONA

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Las playas de Barcelona pueden estar rápidamente muy llenas, aquí está el plan perfecto para un día de viaje lejos.

Es agosto. 34 grados en Barcelona. Sólo se puede hacer una cosa: ¡ir a la playa! Desgraciadamente, miles de personas tienen la misma idea, y todo el mundo está en la Barceloneta – la playa principal de la ciudad. ¡Sin miedo! Hay un paraíso secreto esperando por ti a tan solo una hora en tren…



Nuestro plan es de coger el tren desde la plaza de Cataluña, que se encuentra a solo diez minutos caminando desde el hostal Generator. Pero antes de ir hasta allí, decidimos coger algunos serios tentempiés para pasar el día. En un supermercado, corremos hacia el ala de las patatas fritas, cogemos alguna fruta, agua y sangría. ¿Por qué no? Con las mochilas llenas de productos frescos, empezamos nuestra ruta. Solo hay algunas cafeterías y bares más arriba en la costa a la que vamos, así que es una buena idea llevar un picnic.







Por un poco más de lo que cuesta un ticket de metro (€4.90) nos subimos al tren en dirección de Sant Pol de Mar. Es una bendición sentarse con el aire acondicionado. Alan y Cels deciden que este es un buen sitio para mostrar sus habilidades de baile, mientras que Iris mueve sus ojos en desaprobación. Sin poder creerlo, mantenemos nuestras manos alejadas de la comida durante una hora.







Una vez allí, nos encontramos con nuestras dos amigas Sandra y Marta. Caminamos unos minutos siguiendo la vía del tren y ahí justo en frente está la impresionante Platja del Morer (la playa del Morer). No hay casi nadie. A la derecha, alguna gente está tomando el sol, desnudos del todo. A la izquierda, las rocas están abruptamente cortadas por la misma vía de tren por la cual llegamos hasta aquí.



En menos de un minuto, cada uno se está sacando la ropa y metiéndose en el agua fría. Iris se queda en la orilla, mientras el resto trata de mantenerse encima de un donut inflable resbaladizo.







Los trenes no paran de pasar lo que nos hace recordar que no estaremos en este lugar maravilloso para siempre. ¿Ya es hora de atacar la comida? Claro que sí.



Después de comer todas las patatas fritas, jugamos al tenis de playa. Cels siempre elige tiros imposibles. No se da cuenta, lo profundo que es la arena. Unos metros más debajo de la costa, una pareja nos mira perplejos. Nos llama la atención la poca gente que hay aquí, a solo cuarenta kilómetros de la locura de la Barceloneta.



Después de tomar el sol durante un tiempo, nos sentimos igual de glaseados que un pavo en Thanksgiving. Buceamos una última vez antes de irnos y nos vamos a caminar por la villa costal. Cogemos el tren de vuelta y paramos en Vilassar de Mar.



La ciudad está en la región de Maresme y tiene una de las especialidades favoritas de Catalunya: la salsa espinaler. Esta salsa roja, y picante es el ingrediente principal que nos ata juntos todos los fines de semanas cuanto nos reunimos para un “vermut”. En Catalunya, el vermut no es solo un componente de los Martinis; es una bebida en sí. Normalmente, lo tomas el domingo por la tarde – es una excusa para reunirse socialmente. Nos tomamos unas cuantas copas y muchas tapas, la mayoría con salsa espinaler.





La salsa fue desarrollada durante la Guerra Civil Española en la Tavern Espinaler, el lugar en el cual estamos bebiendo. Es una mezcla de vinagre, pimiento rojo, pimienta y seleccionadas especies. ¡Es el perfecto acompañante para las conservas gallegas: almejas blancas, berberechos, mejillones, atún!



Después de llenarse con patatas fritas, almejas, croquetas de bacalao, pulpo y mejillones, decidimos irnos a caminar. Todo el mundo parece alborotado. No podemos realmente decir si es porque estamos algo delirantes por el vermut o por las ganas de pasear en esta hora dorada. Casas modernas se alinean por la calle. Sus colores fuertes y sus formas exuberantes nos invitan a mirar con más interés a sus jardines y entradas principales.



Es como si viajáramos de vuelta al año 1875, recordando los pasos de Gaudí. Rosa, amarillo y azul brillante explotan delante de nuestros ojos. Filigranas inspiradas por la naturaleza se mantienen desafiantes en contra del paso del tiempo.



Miramos al horizonte. Ahora el sol está bajo. A treinta minutos de aquí, nos espera una ciudad atareada – sus calles repletas y su viva atmosfera nos atraen de vuelta. Mientras, disfrutamos de la súbita calma de las olas estrellándose al otro lado de la carretera. La reflexión del sol naranja es amplificada por centenares de ventanas, mientras aún estamos saboreando el gusto parecido al vinagre que dejó en nuestros paladares del vermut.

Somos los conquistadores de los pequeños placeres y de lo desconocido. Somos exploradores, patinadores y adictos a Instagram. Parece que hemos descubierto un mundo nuevo, a solo unas millas de Barcelona.

Para ir de Generator Barcelona a Sant Pol de Mar, coge el tren R1 en la estación de Catalunya. Lleva acerca de una hora. Pregunta en la recepción por las direcciones.

Todas las fotos son de: Anders Pribizchuk
 

Visit Sant Pol de Mar

To get from Generator Barcelona to Sant Pol de Mar, take the R1 train from Catalunya Station. It takes about an hour. Ask at reception for directions.​

All photography by Anders Pribizchuk.

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